"No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo." Oscar Wilde
lunes, 5 de septiembre de 2011
★ Eddie Vedder - Society Into the Wild HD
Society, have mercy on me
Hope you're not angry if I disagree...
sábado, 3 de septiembre de 2011
Historia-Colegio
Historia de cómo odié el colegio
Sentarse quietecito y callado como una roca
mientras afuera el viento azotaba las hojas de los árboles
derecho de pie, también, en una fila estrecha
mientras el agua fluía alborotada por el río
Cinco años de vida apenas
-quieres gritar, saltar y caer
quieres llorar, reír y sentir el pasto bajo tus pies-
pero no
ahí te tienen vestido como un triste marino sin olas
con los dedos apretados entre los cordones de tus zapatos
y el tiempo avanzaba con su rapidez que no perdona
Mi madre luchó como un héroe por convertirme
sin embargo nunca entendí física alguna
sino la de las luces nocturnas en las estrellas
La matemática eran signos extraños como los de mis sueños
[o como los que los maestros me hacían anotar
Mis manos nunca fueron manos de niña
tenía durezas y cicatrices de mis excursiones por la tierra
mis amigos eran los perros de las calles
no las niñas ocupadas con sus aburridas muñecas
Tendida de espalda al suelo
con mis manos extendidas
hacia las nubes
entendí los secretos del universo
disfrutar hasta el momento de tu último aliento
[no en aulas serias y graves donde queman tu espíritu
a fuerza de miradas duras y palabras secas
Ahora han pasado años
¿Qué me quedó de la escuela?
Sentarse quietecito y callado como una roca
mientras afuera el viento azotaba las hojas de los árboles
derecho de pie, también, en una fila estrecha
mientras el agua fluía alborotada por el río
Cinco años de vida apenas
-quieres gritar, saltar y caer
quieres llorar, reír y sentir el pasto bajo tus pies-
pero no
ahí te tienen vestido como un triste marino sin olas
con los dedos apretados entre los cordones de tus zapatos
y el tiempo avanzaba con su rapidez que no perdona
Mi madre luchó como un héroe por convertirme
sin embargo nunca entendí física alguna
sino la de las luces nocturnas en las estrellas
La matemática eran signos extraños como los de mis sueños
[o como los que los maestros me hacían anotar
Mis manos nunca fueron manos de niña
tenía durezas y cicatrices de mis excursiones por la tierra
mis amigos eran los perros de las calles
no las niñas ocupadas con sus aburridas muñecas
Tendida de espalda al suelo
con mis manos extendidas
hacia las nubes
entendí los secretos del universo
disfrutar hasta el momento de tu último aliento
[no en aulas serias y graves donde queman tu espíritu
a fuerza de miradas duras y palabras secas
Ahora han pasado años
¿Qué me quedó de la escuela?
viernes, 2 de septiembre de 2011
Después de la guerra
DESPUÉS
DE LA GUERRA
Ahí, tendido bajo el arco de la
muerte,
se tiende el ancestral esqueleto de
un ser humano
secándose y hundiéndose en el
arenal;
lo rodean espinas de un antiguo
rosal
que ya no da flores
por estar cubierto del polvo
de la última guerra.
Oh, los dioses no escucharon sus
últimos ruegos
cuando el mundo estalló en la cólera,
cuando el fuego de la ira de
Aquiles
mató la última virtud en el último
hombre.
En el día final oyó por primera vez
el susurro del aire
y la voz primordial le indicó la
senda
pero él, sordo y ciego, siguió su
camino infernal
hacia la autodestrucción.
Ahí abandonados están ahora los hijos
de Marte
sufriendo sus heridas rojas de
sangre fresca,
llorando las cicatrices
imborrables marcadas en su piel,
las lacerantes punzadas del
puñal
que el padre enterró en la carne
virgen del hijo
en favor de una lucha
impropia e injustificada.
¿Hubo amor alguna vez?
¿Qué pasó con las palabras?
¿Morirías por ellas?
¿Te dejarías crucificar por oír una
vez más
una palabra de esperanza?
¡Oh, la sangre corre río abajo!
El mar se mece teñido de muerte:
es el ataúd de la vida que se
sacrificó.
Ahora se escucha un grito seco
a lo lejos:
son los amigos muertos,
el hijo sacrificado sobre la roca de
la última redención.
Si tu Dios te ordena matar,
¿obedecerás?
Si tu espíritu murió hace
siglos, ¿rezarás?
¡Qué importa si hay un infierno
después del infierno!
!El paraíso no es para los héroes!
El viaje se hizo más largo que lo
prometido
queríamos salvar la
ciudad
y ella se quemó
con nosotros adentro.
(versión retocada)
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