Las señales del tiempo avanzan 
y él sigue sumergido en su pequeño rincón
mientras el sol brilla en lo más alto
y las copas de los árboles se mueven 
entregadas humildemente al viento.
Sin más se dio a un destino 
escogido por otros, todo parece un juego
que él perdió...
el mundo avanza y su alma no.
¿dónde quedaron sus sueños de antaño?
¿dónde sus esperanzas de juventud?
Él se sueña recorriendo caminos lejanos
y las más lejanas fronteras,
mas su miedo lo ata firmemente 
al suelo más próximo y le impide volar.
Podría cruzar las fronteras de su propia libertad
y correr por los prados del mundo, 
pero la juventud perdida, 
eso no lo recobrará jamás.
 
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