sábado, 3 de septiembre de 2011

Historia-Colegio

Historia de cómo odié el colegio

Sentarse quietecito y callado como una roca
mientras afuera el viento azotaba las hojas de los árboles
derecho de pie, también, en una fila estrecha
mientras el agua fluía alborotada por el río
Cinco años de vida apenas
-quieres gritar, saltar y caer
quieres llorar, reír y sentir el pasto bajo tus pies-
                                                                            pero no
ahí te tienen vestido como un triste marino sin olas
con los dedos apretados entre los cordones de tus zapatos
y el tiempo avanzaba con su rapidez que no perdona

Mi madre luchó como un héroe por convertirme
sin embargo nunca entendí física alguna
sino la de las luces nocturnas en las estrellas
La matemática eran signos extraños como los de mis sueños
                                              [o como los que los maestros me hacían anotar
Mis manos nunca fueron manos de niña
tenía durezas y cicatrices de mis excursiones por la tierra
mis amigos eran los perros de las calles
no las niñas ocupadas con sus aburridas muñecas


Tendida de espalda al suelo
                                            con mis manos extendidas
                                                                                   hacia las nubes
entendí los secretos del universo
disfrutar hasta el momento de tu último aliento
                                           [no en aulas serias y graves donde queman tu espíritu
                                                                   a fuerza de miradas duras y palabras secas

Ahora han pasado años
¿Qué me quedó de la escuela?




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