miércoles, 1 de diciembre de 2010

Después de la guerra

Ahí, tendido bajo el arco de la muerte,

se tiende el ancestral esqueleto de un ser humano

  secándose y hundiéndose en el arenal;
lo rodean espinas de un antiguo rosal

que ya no da flores
por estar cubierto del polvo 
                                           de la última guerra.

Oh, los dioses no escucharon sus últimos ruegos 
cuando el mundo estalló en la cólera,
cuando el fuego de la ira de Aquiles
mató la última virtud en el último hombre.
En el día final oyó por primera vez el susurro del aire
y la voz primordial le indicó la senda
pero él, sordo y ciego, siguió su camino infernal
hacia la autodestrucción.

Ahí abandonados están ahora los hijos de Marte
 sufriendo sus heridas rojas de sangre fresca,
llorando  las cicatrices imborrables marcadas en su piel, 
las lacerantes punzadas del puñal
que el padre enterró en la carne virgen del hijo
en favor de una lucha 
                                                  impropia e injustificada.

¿Hubo amor alguna vez?

¿Qué pasó con las palabras?
¿Morirías por ellas? 
¿Te dejarías crucificar por oír una vez más
                                                    una palabra de esperanza?

¡Oh, la sangre corre río abajo!
El mar se mece teñido de muerte:
es el ataúd de la vida que se sacrificó.
Ahora se escucha un grito seco
                                                                            a lo lejos:
son los amigos muertos,
el hijo sacrificado sobre la roca de la última redención.
Si tu Dios te ordena matar, ¿obedecerás?
Si tu espíritu murió hace siglos,  ¿rezarás?
¡Qué importa si hay un infierno después del infierno!
¿El paraíso es para los héroes? 

El viaje se hizo más largo que lo prometido
 queríamos salvar la ciudad 
                             y ella se quemó
                                                                      con nosotros adentro.



2 comentarios:

InPatricio dijo...

Me gusta

espero el desarrollo

Pablo Ferreyra dijo...

Sos la Rimbaud mujer. He leido "Una temporada en el Infierno" y puedo decir que tu "después de la guerra" merece más de un elogio. Puedo ver que palpita ese aire de desesperanza en la poesia (es una poesia no?). Excelente.