martes, 1 de junio de 2010

Veo una gran muralla de seres humanos abalanzándose unos contra otros en esta triste estación del año...la más triste, pero la más bella. Veo almas desgarradas por el olvido y siento que tras sus miradas opacas hay una luz pequeña que se está extinguiendo...
Palpita en ellos la vida, pero siempre se oculta por el miedo a vivir. Ese miedo de algunas miradas al cruzarse con ojos sedientos de miradas, o bocas sedientas de palabras. Hay asquerosamente tanto miedo en todos: le temen a todo lo que huela a pasión, amor, locura y muerte. Le temen a la soledad y viven de acuerdo a sus miedos. Y yo, por no tener miedo, me quedo sola. Y la soledad es locura a veces, y amor. Y amor es a veces dolor. Y a veces el dolor es muerte... o vida.

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