sábado, 28 de noviembre de 2009

Salitreras abandonadas,
¿dónde quedaron sus leyendas?
si ya no hay voces ni oídos que las cuenten y escuchen
sólo el silencio
el suave murmullo de las almas solitarias
que no abandonaron su hogar
porque en las tumultuosas calles no hallan consuelo
de las lágrimas que derramaron
por culpa de los malditos ingleses.
Las fichas botadas y repartidas por el suelo
que eran el arroz, el aceite del jefe
pero ya no están las bocas hambrientas
que debían alimentar
porque quizá llegó demasiado tarde su momento
quizá las famélicas bocas se secaron esperando,
gritando, llorando...
y ahí yace el desierto árido
seco como los huesos repartidos
que nunca fueron encontrados
e Iquique observa silencioso
el paseo de las almas en pena
que alguna vez pidieron consuelo
y recibieron a cambio balas.

No hay comentarios: