martes, 20 de octubre de 2009

Cosa

Hablar por hablar, pensar sin sentido. Hilar frases incoherentes y ponerlas en un papel es simplemente la vida. Quizá un sonido, quizá un color, un aroma, un movimiento...es la vida asomándose a cada instante ahí donde no queremos verla, porque es más importante el partido de fútbol, llegar temprano a casa, mirar la TV, hacer el aseo...
Cada día que se vive rápidamente es un instante perdido si no abres los ojos. La tierra nos habla, nos dice cosas, nos da la mano tratando de salvarnos de una existencia pueril y vacua a través de pequeños signos; están ahí, en el pajarito que se para en tu ventana, en el perro vago que te lame la mano, en el niño que te mira desde sus ojos puros e inocentes: es la vida dando señales.
Y realmente no importa cuando mueres lo que hiciste con tu carrera, con tus estudios, con tu reputación. Al final eres siempre tú ante ti mismo, dándote la cara y mostrándote lo que viviste, lo que experimentaste, lo que sentiste. Y lo que la sociedad te impuso se borra en el instante que abandonas tu cuerpo y das paso a la única libertad posible, la de la no materia. Lo que haya después ¿qué importa? El mundo te habla porque quizá no haya otra vida para conocer y experimentar las posibilidades del universo, ¡hay que escucharlo!.

No hay comentarios: