sábado, 15 de agosto de 2009

Desorden-Sordera

Waa! ser escritor o escribidor es más sencillo de lo que se cree. Tomas el lápiz o su símil, el teclado. Comienzas escribiendo cosas que consideras importantes, pensamientos, emociones. Sin darte cuenta comienzas a describirte a ti mismo en palabras. Con el paso del tiempo adquieres más confianza y empiezas a hablar cosas que crees que a los demás le importan. Abres un poco tus canales auditivos a las ideas ajenas y desarrollas opiniones, visiones particulares del mundo. Finalmente, llega el momento de tu realización: tu confianza anterior se tranforma en un ego sublime, escribes pseudo verdades que a nadie le importan y tu lenguaje simpático e inteligente de antes se tranformó en un pesado cuchillo que traspasa todo lo que toca. Ya no eres agradable. Te crees Dios y a nadie le importas ya. Pero estás tan sordo que no escuchas nada y poco a poco tu realidad se desploma ante tu mirada llenando tu espacio de desorden.

No hay comentarios: