jueves, 30 de octubre de 2008

Intolerancia Institucionalizada


Leía un diario viejo, sentada en un sofá antiguo. En un rincón de la página, escrita en un pequeño recuadro, la noticia hablaba de una profesora de religión que había sido despedida luego de reconocer su condición de lesbiana. Las autoridades hicieron caso omiso de su llamado de auxilio y la Iglesia hizo uso de una ley heredada desde la dictadura para defender su postura homofóbica que considera a un homosexual no idóneo para realizar labores docentes. Curiosa la situación, considerando que la misma institución es la que insiste en proteger a los curas que han sido descubiertos en actitudes pederastas.

La Iglesia hace una oda a la intolerancia y a la hipocrecía: mientras los curas siguen violando niños, una profesional respetada por sus alumnos y por los apoderados no puede volver a dar clases porque su tendencia sexual es diferente a la de la mayoría. Y aquí el punto central es que ni siquiera las posibles "víctimas" de su homosexualidad, los estudiantes, se ven molestas por ella, muy por el contrario, después de conocer la situación han mantenido el apoyo a la docente.

Mientras tanto, los medios de comunicación masivos, como la televisión y los diarios, se han hecho los sordos, ciegos y mudos para no tener que encarar la realidad de la discriminación por opción sexual tan común en nuestra sociedad. Para eso están los Tonys Esbelt, los Yerkos y los Cochiguaz, para continuar la gran farsa de no defender a las minorías sexuales, pero sí usarlas como iconos burdos y patéticos que fomentan la discriminación.

*Keith Haring, "See no evil".

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