lunes, 27 de julio de 2015

CIty & Colour - Confessions







"Confessions"





I've been up for days,

Trying to find a way to write this confession down

Seems every line I write's a miss,

At least this I'll admit

For what I've done, I am not proud

But there's no need to pretend, no need for innocence

I've got to be honest now



My verdict has come in,

It says I'm guilty for my sins this time.

I thought I could escape,

But then I finally felt the weight,

Of my crimes.

It's passion, it's not love,

Infatuation never ends up right.

At least I won't be alone tonight.



'Cuz I don't want to be alone tonight.



The prosecution rests,

With convincing evidence.

It seems I've been deceived.

So now I stand alone and wait for the first stone,

To be cast upon me.



My verdict has come in,

It says I'm guilty for my sins this time.

I thought I could escape,

But then I finally felt the weight

Of my crimes.

It's passion, it's not love,

Infatuation never ends up right.

At least I won't be alone tonight.



At least I won't be alone tonight.

'Cuz I don't want to be alone tonight.

jueves, 18 de julio de 2013

http://avantsex.com/la-gruesa-fusta-de-tu-amante-las-cartas-eroticas-de-james-joyce-a-nora-barnacle/

T. S. Eliot - I said to my soul, be still, and let the dark come upon you (from Four Quartets)

I said to my soul, be still, and let the dark come upon you
Which shall be the darkness of God. As, in a theatre,
The lights are extinguished, for the scene to be changed
With a hollow rumble of wings, with a movement of darkness on darkness,
And we know that the hills and the trees, the distant panorama
And the bold imposing facade are all being rolled away--
Or as, when an underground train, in the tube, stops too long between stations
And the conversation rises and slowly fades into silence
And you see behind every face the mental emptiness deepen
Leaving only the growing terror of nothing to think about;
Or when, under ether, the mind is conscious but conscious of nothing--
I said to my soul, be still, and wait without hope
For hope would be hope for the wrong thing; wait without love,
For love would be love of the wrong thing; there is yet faith
But the faith and the love and the hope are all in the waiting.
Wait without thought, for you are not ready for thought:
So the darkness shall be the light, and the stillness the dancing.



martes, 29 de enero de 2013

Recordatorio número x elevado a mil

http://www.poemhunter.com/robert-lowell/
http://atlasdepoesia.blogcindario.com/2006/04/00081-poemas-de-robert-lowell.html
http://www.lexia.com.ar/lowell.htm
http://www.poetryfoundation.org/poem/171517
http://www.lasiega.org/index.php?title=Sylvia_Plath._La_tragedia%2C_los_hombres_y_la_muerte.
http://www.amediavoz.com/plath.htm
http://www.poeticas.com.ar/Directorio/Poetas_miembros/Anne_Sexton.html
http://amediavoz.com/cummings.htm
http://amediavoz.com/pound.htm
http://amediavoz.com/keats.htm#TEN%20COMPASI%C3%93N,%20AMOR,%20PIEDAD...

viernes, 25 de enero de 2013

Paul Verlaine -Tu crois au marc de café...-

Tu crois au marc de café...
Paul Verlaine (1844-1896)

Tu crois au marc de café,
Aux présages, aux grands jeux :
Moi je ne crois qu'en tes grands yeux.

Tu crois aux contes de fées,
Aux jours néfastes, aux songes.
Moi je ne crois qu'en tes mensonges.

Tu crois en un vague Dieu,
En quelque saint spécial,
En tel Ave contre tel mal.

Je ne crois qu'aux heures bleues
Et roses que tu m'épanches
Dans la volupté des nuits blanches !

Et si profonde est ma foi
Envers tout ce que je crois
Que je ne vis plus que pour toi.


Tú crees en el ron del café...

Tú crees en el ron del café,
en los presagios, y crees en el juego;
yo no creo más que en tus ojos azulados.

Tú crees en los cuentos de hadas,
en los díasnefastos y en los sueños;
yo creo solamente en tus bellas mentiras.

Tú crees en un vago y quimérico Dios,
o en un santo especial,
y, para curar males, en alguna oración.

Mas yo creo en las horas azules
y rosadas que tú a mí me procuras
y en voluptuosidades de hermosas noches blancas.

Y tan profunda es mi fe
y tanto eres para mí,
que yo no vivo más que para ti.

Libellés :

Rachmaninov - Symphony No. 2 Op. 27 III. Adagio: Adagio (LSO)

TE ESPERO/ MARIO BENEDETTI.


Te espero cuando la noche se haga día,
suspiros de esperanzas ya perdidas.
No creo que vengas,
lo sé, sé que no vendrás.

Sé que la distancia te hiere,
sé que las noches son más frías,
sé que ya no estás.

Creo saber todo de ti.
Sé que el día de pronto se te hace noche:
sé que sueñas con mi amor,
pero no lo dices,
sé que soy un idiota al esperarte,
pues sé que no vendrás.

Te espero cuando miremos al cielo de noche:
tu allá,
yo aquí,
añorando aquellos días
en los que un beso marcó la despedida,
quizás por el resto de nuestras vidas.

Es triste hablar así.
Cuando el día se me hace de noche,
y la luna oculta ese sol tan radiante,
me siento sólo, lo sé;
nunca supe de nada tanto en mi vida,
solo sé que me encuentro muy sólo,
y que no estoy allí.

Mis disculpas por sentir así,
nunca mi intención ha sido ofenderte.
Nunca soñé con quererte,
ni con sentirme así.

Mi aire se acaba como agua en el desierto,
mi vida se acorta pues no te llevo dentro.
Mi esperanza de vivir eres tú,
y no estoy allí.
¿Por qué no estoy allí?,
te preguntarás...
¿Por qué no he tomado ese bus que me llevaría a ti?
Porque el mundo que llevo aquí no me permite estar allí,
porque todas las noches me torturo pensando en ti.
¿Por qué no sólo me olvido de ti?
¿Por qué no vivo sólo así?
¿Por qué no sólo...?

martes, 22 de enero de 2013

Paul Valéry -Le bois amical- El bosque amigo

Le bois amical
Paul Valéry (1871-1945)

Nous avons pensé des choses pures
Côte à côte, le long des chemins,
Nous nous sommes tenus par les mains
Sans dire... parmi les fleurs obscures;

Nous marchions comme des fiancés
Seuls, dans la nuit verte des prairies;
Nous partagions ce fruit de féeries
La lune amicale aux incensés

Et puis, nous sommes morts sur la mousse,
Très loin, tout seuls parmi l'ombre douce
De ce bois intime et murmurant;

Et là-haut, dans la lumière immense,
Nous nous sommes trouvés en pleurant
Ô mon cher compagnon de silence

El bosque amigo

En las sendas pensamos cosas puras,
uno al lado del otro, fugitivos,
cogidos de la mano, y pensativos
en medio de las flores más oscuras.

Íbamos solos, como enamorados,
entre la verde noche del sendero,
compartiendo el fugaz fruto hechicero
del astro que aman los enajenados.

Después, muy lejos, en la sombra densa
de aquel íntimo bosque rumoroso,
morimos -solos!- sobre el césped blando.

Y arriba, en medio de la luz inmensa,
¡oh, amigo del silencio más hermoso,
nos encontramos otra vez, llorando!

Versión de Andrés Holguín
Fuente    

lunes, 21 de enero de 2013

Mujeres condenadas (Delfina e Hipólita) Charles Baudelaire


A la pálida claridad de las lámparas mortecinas,
Sobre profundos cojines impregnados de perfume,
Hipólita evocaba las caricias intensas
Que levantaran la cortina de su juvenil candor.

Ella buscaba, con mirada aún turbada por la tempestad,
De su ingenuidad el cielo ya lejano,
Así como un viajero que vuelve la cabeza
Hacia los horizontes azules transpuestos en la mañana.

Sus ojos apagados, las perezosas lágrimas,
El aire quebrantado, el estupor, la mohína voluptuosidad,
Sus brazos vencidos, abandonados cual vanas armas,
Todo contribuía, todo mostraba su frágil beldad.

Tendida a sus pies, tranquila y llena de gozo,
Delfina la cobijaba con ardientes miradas,
Como una bestia fuerte vigilando su presa,
Luego de haberla, desde luego, marcado con sus dientes.

Beldad fuerte prosternada ante la belleza frágil,
Soberbia, ella trasuntaba voluptuosamente
El vino de su triunfo, y se alargaba hacia ella,
Como para recoger un dulce agradecimiento.

Buscaba en la mirada de su pálida víctima
La canción muda que entona el placer,
Y esa gratitud infinita y sublime
Que brota de los párpados cual prolongado suspiro.

—"Hipólita, corazón amado, ¿qué dices de estas cosas?
Comprendes ahora que no hay que ofrendar
El holocausto sagrado de tus primeras rosas
A los soplos violentos que pudieran marchitarlas?

Mis besos son leves como esas efímeras
Que acarician en la noche los lagos transparentes,
Y los de tu amante enterrarían sus huellas
Como los carretones o los arados desgarrantes;

Pasarán sobre ti como una pesada yunta
De caballos y de bueyes con cascos sin piedad...
Hipólita, ¡oh, hermana mía! vuelve, pues, tu rostro,
Tú, mi alma y mi corazón, mi todo y mi mitad,

¡Vuelve hacia mí tus ojos llenos de azur y de estrellas!
Por una sola de esas miradas encantadoras, bálsamo divino,
De placeres más oscuros yo levantaré los velos
¡Y te adormeceré en un sueño sin fin!"

Mas Hipólita, entonces, levantando su juvenil cabeza:
—"Yo no soy nada ingrata y no me arrepiento,
Mi Delfina, sufro y me siento inquieta,
Como después de una nocturna y terrible comida.

Siento fundirse sobre mí pesados terrores
Y negros batallones de fantasmas esparcidos,
Que quieren conducirme por caminos movedizos
Que un horizonte sangriento cierra por doquier

¿Hemos perpetrado, entonces, un acto extraño?
Explica, si tú puedes, mi turbación y mi espanto:
Tiemblo de miedo cuando me dices: "¡Mi ángel!"
Y, empero, yo siento mi boca acudir hacia ti.

¡No me mires así, tú, mi pensamiento!
¡Tú a la que yo amo eternamente, mi hermana dilecta,
Aunque tú fueras una acechanza predispuesta
Y el comienzo de mi perdición!"

Delfina, sacudiendo su melena trágica,
Y como pisoteando sobre el trípode de hierro,
La mirada fatal, respondió con voz despótica:
—"Entonces, ¿quién, ante el amor, osa hablar del infierno?

¡Maldito sea para siempre el soñador inútil
Que quiso, el primero, en su estupidez,
Apasionándose por un problema insoluble y estéril,
A las cosas del amor mezclar la honestidad!

¡Aquel que quiera unir en un acuerdo místico
La sombra con el ardor, la noche con el día,
Jamás caldeará su cuerpo paralítico
Bajo este rojo sol que llamamos amor!

Ve tú, si quieres, en busca de un navío estúpido;
Corre a ofrendar un corazón virgen a sus crueles besos;
Y, llena de remordimientos y de horror, y lívida,
Volverás a mí con tus pechos estigmatizados...

¡No se puede aquí abajo contentar más que a un solo amo!"
Pero, la criatura, desahogándose en inmenso dolor,
Exclamó de súbito: —Yo siento ensancharse en mi ser
Un abismo abierto; ¡este abismo es mi corazón!

¡Ardiente cual un volcán, profundo como el vacío!
Nada saciará este monstruo gimiente
Y no refrescará la sed de la Euménide
Que, antorcha en la mano, le quema hasta la sangre.

¡Que nuestras cortinas corridas nos separen del mundo,
Y que la laxitud conduzca al reposo!
Yo anhelo aniquilarme en tu garganta profunda
Y encontrar sobre tu seno el frescor de las tumbas!"

—¡Descended, descended, lamentables víctimas,
Descended el camino del infierno eterno!
Hundios hasta lo más profundo del abismo, allí donde todos los crímenes,
Flagelados por un viento que no llega del cielo,
Barbotean entremezclados con un ruido de huracán.
Sombras locas, acudid al cabo de vuestros deseos;
Jamás lograréis saciar vuestra furia,
Y vuestro castigo nacerá de vuestros placeres.

Jamás un rayo fugaz iluminará vuestras cavernas;
Por las grietas de los muros las miasmas febricentes
Fíltranse inflamándose cual linternas
Y saturan vuestros cuerpos con sus perfumes horrendos.

La áspera esterilidad de vuestro gozo
Altera vuestra sed y enerva vuestra piel,
Y el viento furibundo de la concupiscencia
Hace claquear vuestras carnes como una vieja bandera.

¡Lejos de los pueblos vivientes, errantes, condenadas,
A través de los desiertos, acudid como los lobos;
Cumplid vuestro destino, almas desordenadas,
Y huid del infinito que lleváis en vosotras!

Nota: Poema Nº 3 de Los despojos, censurado y retirado de Las flores del mal.

Femmes damnées (Delphine et Hippolyte) Charles Baudelaire



A la pâle clarté des lampes languissantes,
Sur de profonds coussins tout imprégnés d'odeur
Hippolyte rêvait aux caresses puissantes
Qui levaient le rideau de sa jeune candeur.
Elle cherchait, d'un oeil troublé par la tempête,
De sa naïveté le ciel déjà lointain,
Ainsi qu'un voyageur qui retourne la tête
Vers les horizons bleus dépassés le matin.
De ses yeux amortis les paresseuses larmes,
L'air brisé, la stupeur, la morne volupté,
Ses bras vaincus, jetés comme de vaines armes,
Tout servait, tout parait sa fragile beauté.
Etendue à ses pieds, calme et pleine de joie,
Delphine la couvait avec des yeux ardents,
Comme un animal fort qui surveille une proie,
Après l'avoir d'abord marquée avec les dents.
Beauté forte à genoux devant la beauté frêle,
Superbe, elle humait voluptueusement
Le vin de son triomphe, et s'allongeait vers elle,
Comme pour recueillir un doux remerciement.
Elle cherchait dans l'oeil de sa pâle victime
Le cantique muet que chante le plaisir,
Et cette gratitude infinie et sublime
Qui sort de la paupière ainsi qu'un long soupir.
- "Hippolyte, cher coeur, que dis-tu de ces choses?
Comprends-tu maintenant qu'il ne faut pas offrir
L'holocauste sacré de tes premières roses
Aux souffles violents qui pourraient les flétrir?
Mes baisers sont légers comme ces éphémères
Qui caressent le soir les grands lacs transparents,
Et ceux de ton amant creuseront leurs ornières
Comme des chariots ou des socs déchirants;
Ils passeront sur toi comme un lourd attelage
De chevaux et de boeufs aux sabots sans pitié...
Hippolyte, ô ma soeur! tourne donc ton visage,
Toi, mon âme et mon coeur, mon tout et ma moitié,
Tourne vers moi tes yeux pleins d'azur et d'étoiles!
Pour un de ces regards charmants, baume divin,
Des plaisirs plus obscurs je lèverai les voiles,
Et je t'endormirai dans un rêve sans fin!"
Mais Hippolyte alors, levant sa jeune tête:
- "Je ne suis point ingrate et ne me repens pas,
Ma Delphine, je souffre et je suis inquiète,
Comme après un nocturne et terrible repas.
Je sens fondre sur moi de lourdes épouvantes
Et de noirs bataillons de fantômes épars,
Qui veulent me conduire en des routes mouvantes
Qu'un horizon sanglant ferme de toutes parts.
Avons-nous donc commis une action étrange?
Explique, si tu peux, mon trouble et mon effroi:
Je frissonne de peur quand tu me dis: "Mon ange!"
Et cependant je sens ma bouche aller vers toi.
Ne me regarde pas ainsi, toi, ma pensée!
Toi que j'aime à jamais, ma soeur d'élection,
Quand même tu serais un embûche dressée
Et le commencement de ma perdition!"
Delphine secouant sa crinière tragique,
Et comme trépignant sur le trépied de fer,
L'oeil fatal, répondit d'une voix despotique:
- "Qui donc devant l'amour ose parler d'enfer?
Maudit soit à jamais le rêveur inutile
Qui voulut le premier, dans sa stupidité,
S'éprenant d'un problème insoluble et stérile,
Aux choses de l'amour mêler l'honnêteté!
Celui qui veut unir dans un accord mystique
L'ombre avec la chaleur, la nuit avec le jour,
Ne chauffera jamais son corps paralytique
A ce rouge soleil que l'on nomme l'amour!
Va, si tu veux, chercher un fiancé stupide;
Cours offrir un coeur vierge à ses cruels baisers;
Et, pleine de remords et d'horreur, et livide,
Tu me rapporteras tes seins stigmatisés...
On ne peut ici-bas contenter qu'un seul maître!"
Mais l'enfant, épanchant une immense douleur,
Cria soudain: - "Je sens s'élargir dans mon être
Un abîme béant; cet abîme est mon coeur!
Brûlant comme un volcan, profond comme le vide!
Rien ne rassasiera ce monstre gémissant
Et ne rafraîchira la soif de l'Euménide
Qui, la torche à la main, le brûle jusqu'au sang.
Que nos rideaux fermés nous séparent du monde,
Et que la lassitude amène le repos!
Je veux m'anéantir dans ta gorge profonde,
Et trouver sur ton sein la fraîcheur des tombeaux!"
- Descendez, descendez, lamentables victimes,
Descendez le chemin de l'enfer éternel!
Plongez au plus profond du gouffre, où tous les crimes,
Flagellés par un vent qui ne vient pas du ciel,
Bouillonnent pêle-mêle avec un bruit d'orage.
Ombres folles, courez au but de vos désirs;
Jamais vous ne pourrez assouvir votre rage,
Et votre châtiment naîtra de vos plaisirs.
Jamais un rayon frais n'éclaira vos cavernes;
Par les fentes des murs des miasmes fiévreux
Filtrent en s'enflammant ainsi que des lanternes
Et pénètrent vos corps de leurs parfums affreux.
L'âpre stérilité de votre jouissance
Altère votre soif et roidit votre peau,
Et le vent furibond de la concupiscence
Fait claquer votre chair ainsi qu'un vieux drapeau.
Lion des peuples vivants, errantes, condamnées,
A travers les déserts courez comme les loups;
Faites votre destin, âmes désordonnées,
Et fuyez l'infini que vous portez en vous!

Black Star - Radiohead

Tomo el tren y solo me quedo de pie
ahora que no pienso en ti.
Sigo tropezando, me sigo desmayando
cuando veo una cara como la tuya.
¿A qué llegaré?
Me voy a derretir...♪

FUNERAL BLUES - WH AUDEN



Detengan los relojes
desconecten el teléfono
denle un hueso al perro
para que no ladre
Callen los pianos y con ese
tamborileo sordo
saquen el féretro...
Acérquense los dolientes
que los aviones
sobrevuelen quejumbrosos
y escriban en el cielo
el mensaje...
él ha muerto.

Pongan moños negros
en los níveos cuellos de las palomas
que los policías usen guantes
de algodón negro

Él era mi norte mi sur
mi este y oeste
mi semana de trabajo y mi
domingo de descanso
mi mediodía, mi medianoche
mi conversación, mi canción

Creí que el amor perduraría
por siempre.
Estaba equivocado.

No precisamos estrellas ahora...
Apáguenlas todas
Envuelvan la luna
desarmen el sol
Desagüen el océano y
talen el bosque
porque de ahora en adelante
nada servirá.

sábado, 12 de enero de 2013

Recordatorio IV

http://www.amediavoz.com/rilke.htm
http://amediavoz.com/storni.htm

http://www.cervantesvirtual.com/bib/bib_autor/Alfonsina/
http://amediavoz.com/ibarbourou.htm
http://www.damisela.com/literatura/pais/uruguay/autores/agustini/xwork.htm
http://www.los-poetas.com/d/delmi.htm
http://amediavoz.com/agustini.htm#AMOR

viernes, 11 de enero de 2013

Canción de amor - Rainer María Rilke


¿Cómo sujetar mi alma para
que no roce la tuya?
¿Cómo debo elevarla
hasta las otras cosas, sobre ti?
Quisiera cobijarla bajo cualquier objeto perdido,
en un rincón extraño y mudo
donde tu estremecimiento no pudiese esparcirse.

Pero todo aquello que tocamos, tú y yo,
nos une, como un golpe de arco,
que una sola voz arranca de dos cuerdas.
¿En qué instrumento nos tensaron?
¿Y qué mano nos pulsa formando ese sonido?
¡Oh, dulce canto!

martes, 8 de enero de 2013

Recordatorio III

http://www.poemas-del-alma.com/blog/especiales/poesia-surrealista
http://www2.udec.cl/~mariasmo/literatura/poesia%20surrealista.htm
http://www.scribd.com/doc/33938544/Poesia-surrealista-en-espanol-Antologia
http://www.lamaquinadeltiempo.com/poemas.htm?

miércoles, 2 de enero de 2013

Recordatorio II

http://amediavoz.com/eluard.htm#T%C3%9A%20LA%20%C3%9ANICA...
http://lamaquinadeltiempo.com/Rimbaud/tempor.htm
http://espanol.agonia.net/index.php/poetry/131308/index.html
http://www.poesiasemanal.com/poesiasemanal/gudmundsdottir.html

Boca A Boca - Delmira Agustini

 A BOCA

Copa de vino donde quiero y sueño
beber la muerte con fruición sombría,
surco de fuego donde logra Ensueño
fuertes semillas de melancolía.
Boca que besas a distancia y llamas
en silencio, pastilla de locura,
color de sed y húmeda de llamas…
¡Verja de abismos es tu dentadura!
Sexo de un alma triste de gloriosa;
el placer unges de dolor; tu beso,
puñal de fuego en vaina de embeleso,
me come en sueños como un cáncer rosa…
Joya de sangre y luna, vaso pleno
de rosas de silencio y de armonía,
nectario de su miel y su veneno,
vampiro vuelto mariposa al día.
Tijera ardiente de glaciales lirios,
panal de besos, ánfora viviente
donde brindan delicias y delirios
fresas de aurora en vino de poniente…
Estuche de encendidos terciopelos
en que su voz es fúlgida presea,
alas del verbo amenazando vuelos,
cáliz en donde el corazón flamea.
Pico rojo del buitre del deseo
que hubiste sangre y alma entre mi boca,
de tu largo y sonante picoteo
brotó una llaga como flor de roca.
Inaccesible… Si otra vez mi vida
cruzas, dando a la tierra removida
siembra de oro tu verbo fecundo,
tú curarás la misteriosa herida:
lirio de muerte, cóndor de vida,
¡flor de tu beso que perfuma al mundo!

La belleza - Charles Baudelaire



Yo soy bella, ¡oh mortales!, como un sueño de piedra.
Mi seno -donde el hombre se desangra y expira-
mudo, infinito amor al poeta le inspira,
coronada de rosas lo mismo que de yedra.
            
Campea en el azul -esfinge impenetrable-:
bajo alburas de cisne llevo un alma de nieve;
odio los movimientos que las líneas remueve;
lo mismo ignoro el llanto que la risa inefable.
            
Los poetas, absortos frente a mis actitudes
-que asumidas parecen de altivas magnitudes-
consumirán sus días sondando las edades;
            
que tengo para embrujo de amadores tan fieles,
-espejos que trasmutan las guijas en joyeles-
mis ojos, grandes ojos, de eternas claridades.
              Versión de Carlos López Narváez

domingo, 30 de diciembre de 2012

Silentium Amoris-Oscar Wilde


Como a menudo el resplandeciente sol
Persigue a la pálida y reacia luna,
Impulsándola hacia su cueva sombría,
Donde ella también se retira furtiva
En busca de la singular balada de un ruiseñor,
Así tu Belleza me impulsa,
En mis labios fracasando,
Y donde todo mi dulce canto
pierde su melodioso color.

Y como al amanecer cruzando el velo del licor,
En alas impetuosas arremete el viento,
Quebrando los juncos con su beso violento,
El cual ha sido su único instrumento:
Así mi tormentosa pasión me ha extraviado,
Silenciando mi sentimiento por exceso de amor.

Pero es seguro que ante tí mis ojos no revelarán
Porqué soy silencioso, y porqué mi laúd ha muerto.
Hacia nuevas tierras deberíamos partir:
Tú hacia unos labios de dulces melodías,
Y yo hacia el refugio de mi estéril memoria,
Donde yacen besos apenas insinuados,
Y canciones nunca cantadas.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Recordatorio

http://www.dim.uchile.cl/~anmoreir/escritos/yeats.html
http://www.dim.uchile.cl/~anmoreir/escritos/byron.html#aroving
http://www.personarte.com/whitman.htm
http://www.dim.uchile.cl/~anmoreir/escritos/poe.html#valley